Balneario Széchenyi

El Balneario Széchenyi, más de un siglo de historia

Uno de esas visitas imprescindibles cuando te encuentras en Budapest: el Balneario Széchenyi. Se trata de un plan que no se puede dejar pasar en cualquier estancia en la capital húngara, ya que, además de una jornada de relax y diversión, también estamos ante un emplazamiento de gran historia.

Lo primero que tienes que saber es que Budapest es una ciudad que puede ser considerada casi como balneario. No en vano, cuenta con más de un centenar de fuentes con aguas termales medicinales y 12 baños termales. ¡Casi nada!

Pese a esa gran cantidad, el Balneario Széchenyi es el más famoso de toda la capital. De hecho, podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que estamos ante uno de los complejos balnearios más grandes de todo el continente europeo. Además, también puede ser considerado como uno de los más antiguos, ya que su construcción data de entre 1903 y 1909, con un marcado y reconocible estilo renacentista.

¿Sabías que las aguas termales de este famoso balneario de Budapest brotan desde nada menos que 1.246 metros de profundidad? Esto lo convierte en el segundo pozo más profundo de la capital húngara. ¿Quieres saber a qué temperatura sube el agua? Pues nada más y nada menos que a 76 grados de temperatura.

El Balneario Széchenyi está compuesto por nada menos que 20 piscinas a las que hay que añadir varias saunas. Y por si algo se caracteriza este complejo es por una increíble afluencia de turistas deseosos de disfrutar de una jornada de verdadera relajación. ¡El turismo no va a ser únicamente estrés y largas caminatas!

Pese a que existe una gran cantidad de piscinas interiores, las joyas de la corona son las exteriores. Increíblemente grandes y capaces de dar cabida a todos los visitantes sin que se perciba ninguna sensación de agobio.

El Balneario Széchenyi, más de un siglo de historia

¿Qué necesitas para acudir al Balneario Széchenyi?

Obviamente, una actividad de este tipo requiere algunos materiales imprescindibles, como por ejemplo el bañador, la toalla y las chanclas. En cambio, el gorro de piscina no es obligatorio, aunque si lo deseas puedes utilizarlo también.

Eso sí, si por algún casual no has planificado tu visita al Balneario Széchenyi y no tienes nada de lo anterior, tienes que saber que allí podrás alquilarlo por unos 6-10 euros, dependiendo de si necesitas una toalla, unas chanclas o un bañador.

En último lugar, tienes que saber que cada turista contará con una taquilla personal en el vestuario y otras taquillas junto a las piscinas exteriores. De esta manera, podrás guardar todas tus pertenencias sin miedo a perderlas.